Recuerdo la madrugada de un 18 de Mayo cuando sonó el teléfono. Llevaba ya varias noches temiendo que me despertase esa llamada. Diferentes sentimientos se aglutinaban en mi: miedo, tristeza, esperanza, aceptación,...
Te marchaste en silencio, como aquel que sabe que es el momento de empezar de nuevo y acepta el cambio, como aquel que está tranquilo porque no deja nada pendiente o sin terminar, como aquel que sabe que nos volveremos a encontrar y nos reconoceremos.
Hoy, justo un año después de tu partida quiero recordarte abuela Caridad y quiero darte las gracias por lo que me enseñaste, por lo que me quisiste y me lo demostraste, por lo que compartiste conmigo, por tus risas, por tus olvidos, por los recuerdos entrañables que llegan a mi mente,... GRACIAS!!!
Hoy, quiero gritar que te quiero y te llevo en mi corazón.
1 comentario:
Una abuela siempre es un abuela. Y su pérdida a veces no la valoramos. La mía materna se fue demasiado pronto para mí. Viví pocas cosas con ella. Ojalá la hubiera disfrutado más.
Menos mal que el cariño y el amor hace que nunca las olvidemos.
Besazos lindos preciosa
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