Este fin de semana se me ha vuelto hacer muy presente la frase: ¡¡¡lo que está dentro está fuera!!!
En la formación en gestalt, nos tocaba el seminario relacionado con las polaridades. En mi última entrada, la conclusión final a la que llegué fue: movimiento - quietud. Pues es la polaridad emergente que me salió en el taller.
A través de unos dibujos y un título que les dí, me vi en envuelta en dos aspectos figura para mí: la calma y la duda. Pero después de ponerme e identificarme como ambos aspectos, descubrí que esos dos puntos eran el mismo lado de la polaridad: yo los vivía como quietud, quizás estancamiento,... después vi, que esa era la polaridad, independientemente de que yo me creyese en ella, negada. Vi que me muevo mucho, hago muchas cosas y no llego a aceptar la quietud. Pero al mismo tiempo mi sentimiento es de no movimiento.
Hasta donde llego a ver ahora mismo creo que externamente sí que hay movimiento en mí, pero internamente menos, e incluso a veces cuando hay movimento pero es sobre el mismo punto, y hasta que no consiga tener el movimiento interno que necesito no podré aceptar mi quietud. Sin entender quietud por estar parada, en un punto o estancamiento. Sino quietud como presencia, incluso quietud en el movimiento.
Como refleja el dibujo del yin-yang, dentro del gran yin existe un pequeño yang y en el gran yang existe un pequeño yin, pero al mismo tiempo ese pequeño yin y pequeño yang contienen otro yin-yang y así sucesivamente. Dentro del movimiento hay quietud y movimiento y dentro de la quietud hay quietud y movimiento, por tanto, no existe la quietud absoluta.
